En el mundo hay mucho dolor y oscuridad; pero también hay quienes con su amor y hechos concretos de generosidad traen consuelo y luz. A estos últimos queremos darles las gracias, porque con sus oraciones, ofrendas y donaciones nos acompañan en este camino de servicio y de restauración de esta “Clínica del alma” que es el Centro de Espiritualidad María Reina de la Paz y Monasterio San Pablo de la Cruz.
Que Dios y la Reina de la Paz te devuelvan con creces tu generosidad.
“El amor auténtico no es exigir, sino entregar. No es criticar, es apoyar. No es ofender, es comprender. No es juzgar, es aceptar. El amor en acción atrae un sinfín de Bendiciones”.